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XXVIII CONGRESO INTERNACIONAL DE ECONOMÍA APLICADA ASEPELT 2014

“LA CIENCIA ECONÓMICA Y LOS ECONOMISTAS ANTE LOS DESAFÍOS DE LA SOCIEDAD. BALANCE DE 50 AÑOS”

Un año más, ASEPELT nos convoca a un encuentro que, en esta ocasión, tiene lugar en Málaga (España). Coincide, además, con el inicio de la celebración del 50 Aniversario de la fundación de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de dicha ciudad, entonces nacida con la denominación de Facultad de Ciencias Políticas, Económicas y Comerciales. La evolución de los tiempos  marca las formas y los contenidos, y el cambio experimentado por el nombre es un reflejo de ello.

Cincuenta años es una ocasión muy especial para celebrar los cambios experimentados por la Ciencia Económica ante los desafíos cambiantes de la sociedad. ¿Qué es, si no, la Economía Aplicada? Como en nuestra Asociación se entiende, el “lugar de encuentro de diferentes tradiciones metodológicas en el ámbito de la Ciencia Económica que comparten la preocupación por la comprensión de los problemas reales y la búsqueda de soluciones para los mismos”.

Y estos cincuenta años dicen mucho de ello. Desde la “década prodigiosa” (como fueron bautizados los sesenta) hasta la actualidad, la sociedad mundial ha vivido numerosos desafíos, situaciones esperanzadas y momentos difíciles, sorpresas desconcertantes y búsquedas angustiosas, momentos de euforia y situaciones llenas de zozobra…

Asistíamos en aquellos momentos, a mediados de los sesenta, a la que ha sido denominada la “época dorada del keynesianismo”. La aplicación de los planteamientos del autor inglés a la gestión económica estaba permitiendo que EE.UU. viviera uno de los periodos de expansión más largos de su historia. En otros lugares triunfaba el “desarrollismo”. En España, en concreto, la planificación indicativa estaba alumbrando “el milagro español”. La propia Facultad cuyo medio siglo celebramos es parte de aquel milagro. Evidentemente, la Ciencia Económica y la profesión de economista estaban en alza. Incluso empezaba a hablarse de la implantación de un “nuevo orden internacional” basado en unas mejores condiciones de vida para todos y en nuevos parámetros asociados a la participación y al progreso, que dieran respuesta al “escándalo del subdesarrollo” y a los “límites del crecimiento”.

Pero todo cambió con la nueva década. La estanflación fue una piedra de escándalo para los modelos económicos vigentes. Se llegó a decir que la curva de Phillips se había convertido en un ovni. La crisis del petróleo no hizo sino echar leña en el fuego. La “década crítica” traía consigo no sólo serios trastornos económicos para la vida de la gente, incrementos de paro  y de precios, la cancelación de las décadas de desarrollo auspiciadas por NN. UU., etc., etc. Todo esto no podía sino afectar a la propia Ciencia Económica, incapaz de responder de forma coherente, buscando nuevas respuestas, que dejaban atrás a Keynes, al intervencionismo del sector público; a la capacidad predictiva de los modelos econométricos… Pero también se vio afectada la propia profesión. Se cuestionaba nuestro papel  y nuestra capacidad como economistas para manejar la situación.

Los ochenta estuvieron, a su vez, llenos de claroscuros. “Década perdida” para unos, de recuperación para otros, de eliminación de todo un sistema económico en el continente europeo, de modificación del mapa en buena parte de la vieja Europa… ¿Asistíamos al “fin de la historia”? El Neoliberalismo y la Globalización estaban en marcha, auspiciando un nuevo orden internacional muy distinto del soñado por Jan Timbergen a comienzos de los setenta; generando respuestas controvertidas durante los noventa; la Nueva Economía, los dragones asiáticos, la desregulación, la aparición de crisis puntuales, el auge de la ingeniería financiera, la revolución imparable de las TIC, la expansión de la Unión Europea, la euforia generalizada del nuevo milenio…

Y estando en estas lides… llegó el otoño de 2007, cuyos efectos aún nos marcan. Sucediéndose, de forma galopante, episodios de estanflación y de deflación, regresando de nuevo la inflación, gozando de periodos de cierta estabilidad de precios, antes de abocarse a una nueva inflación…; pero siempre con el fantasma del paro; el deterioro del sector financiero, las dificultades del sector público, los problemas del euro, las tensiones generadas por la “primavera árabe”, la permanente brecha entre el norte y el sur, las economías emergentes desafiando a las viejas economías dominantes, los desafíos geoestratégicos de Eurasia y el futuro de la UE… ¿Y qué dice, mientras tanto, la Ciencia Económica? ¿Qué respuesta están dando los titulados que salen de las Facultades de Economía, como la que ahora nos acoge para celebrar su medio siglo de existencia?

Tales son las cuestiones que se plantean en este Congreso, invitándonos a hacer un balance de estos 50 años, y a alumbrar nuevas pistas de reflexión y acción de cara al futuro.

 

Presidentes de la Comisión Organizadora 

  Antonio García Lizana                                                             Pablo Podadera Rivera